Sí, bueno, es algo evidente. Somos seres imperfectos... pero por qué, entonces, a veces osamos por creernos perfectos... O es más, por querer hacer todo a la perfección. Y encima, si así no ocurriera (es obvio que no va ocurrir) llegamos a la frustración.
Si bien no me considero una persona perfeccionista en lo más mínimo, y creo que tengo cierta tolerancia a la frustración, los rasgos de imperfección más a la vista de mi persona comenzaron a hacerme verdadero ruido con el nacimiento de mi hija. No quiero pasarle a ella mis defectos, y mucho menos mis fantasmas....
Por suerte creo que los hijos vienen a enseñar, entre otras cosas, a esta bella realidad llamada vida... eso me tranquiliza.
Punteo de imperfecciones recientes:
Colgada
Poca capacidad para planificar actividades a futuro (y cumplirlas)
A veces, demasiado determinante en cosas mínimas
Amante de resolver las cosas de manera inmediata sin esperar a optar por la mejor opción (elegir la primera, como mucho la segunda... Gracias Juan por enseñarme)
Pero cuando estoy con ellos algo perfecto sucede. De eso estoy segura.
Foto fuente: http://pinterest.com/pin/51509989459808364/
2 comentarios
ayyyyyy que tiernos! lindas palabras amiga, siempre lindas. te kiero. a ver si sale este comentario que siempre tengo algun inconveniente..jaja
hay amiga...como te quiero! simple e imperfectamente hermosa! y ya te extraño tanto! y bue...nada es perfecto!
Ampi
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