Esas "perras negras"

Estaba ordenando un poco. Siesta u ordenar había sido la pregunta. Raramente la respuesta es orden... pero sí, ocurrió. En ese glorioso acto de acomodar los infinitos papeles, papelitos, anotaciones y libritos que amontono en rincones de mi casa, se me cayó un libro.

Lo miré
Lo recordé
Lo abrí
Lo volví a amar

Era Rayuela, del gran Cortázar. Siempre logra volver a revolverme el estómago. Les comparto un gran fragmento.

"¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al vesre. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.(...)".

Buen viernes, gente.