Una mosca en la clase

Para la publicación de hoy les aconsejo prepararse un café / mate / fernet, y tomarse un recreo del laburo ó estudio. Es extensa, tiene mucha data y dan ganas de relajar. Salud!

Lejos quedó la imagen de la señora quieta, quietísima, sentada sobre sus nalgas y respirando suavemente para conectarse con algún dios cuando alguien me dice “estoy practicando Yôga”. No va más. Una charla con

Anahí Flores, escritora e instructora del método DeRose, me cambió todo.

Dijimos método DeRose: Un buen día, el maestro brasilero Luiz Sérgio Alvares DeRose rescató del Yôga que se practicaba hace unos 5 mil años una larga serie de conceptos relacionados a la calidad de vida y buena convivencia -con el medio ambiente y con nuestros semejantes- y codificó distintas técnicas corporales, respiratorias, de des contracción y de limpieza interior usadas en el pasado.

La base de la filosofía del Yôga antiguo de la que habla DeRose se remonta a la cultura drávida, un pueblo de la región del Valle del Indio (hoy Pakistán) que vivía de forma pacífica y en permanente contacto y respeto con la naturaleza. La coreografía, jugó –y juega- un papel fundamental en el método… Y ahí vamos.

En una nota para un medio argentino, DeRose narró la leyenda de la cultura drávida: Un bailarín llamado Shiva solía danzar en las plazas del Valle del Indio. La gente viajaba desde lejos para poder verlo danzar. Un día, Shiva mostró a su pueblo una nueva danza, con movimientos y figuras refinadas. En realidad estaba inspirado en la danza pero no lo era en sí misma. La gente, al verlo, le pidió que se la enseñara. Shiva respondió que lo que podía hacer era bailar para que ellos aprendieran observando porque se trataba de algo espontáneo y que venía de muy adentro.

Y así fue. Luego de la muerte de Shiva, sus discípulos continuaron con el compromiso de mantener la pureza del legado y transmitirlo. En un momento de la historia se comenzó a llamar al conocimiento trasmitido el arte de la unión, integración. Estas palabras, en sánscrito, significan Yôga.

“Tratamos de aproximarnos a como se practicaba hace más de 5 mil años en la región donde nació –cuenta Ana-. La importancia de los movimientos y formas que se practican en las clases, reside en la posibilidad de permanecer en ellas. Y tomar conciencia de la respiración y estar atentos a las modificaciones que va sufriendo el cuerpo y los órganos afectados por esa postura”. Per-ma-ne-cer. Sin pensar, o mejor dicho, pensando en tu cuerpo, tu respiración, tu…. qué comer a la noche… no, volvé… en tu cuerpo, respiración.

Además, cada movimiento y forma pertenecen a distintas coreografías del método DeRose. En el 2007 se fundó el Grupo SwáSthya Buenos Aires, coreografías de Yôga Antiguo, una compañía integrada por instructores y alumnos. “La intención es dar a conocer por medio de las coreografías, una filosofía ancestral que se transmite como un arte y que tiene la meta del desarrollo personal y el autoconocimiento. Las coreografías de SwáSthya Yôga –el tipo de Yôga arcaico- constituyen una síntesis del estilo de vida saludable, la alegría de vivir, la plenitud sensorial, la concentración y el deseo de construir un mundo más humano e integrado que caracterizan a esta cultura”.



Escritura + Método DeRose: Anahí está ligada a la escritura desde los 14 años de forma natural, ya que escribe cuentos, poesías y narrativa desde ese entonces. Después llegó el Yôga, y hoy encontra la forma de unirlos. Y tiene a La Lectora, un espacio donde comparte literatura y su particular forma de contar.

Gracias a su generosidad pude verla en acción, ya que me invitó a presenciar una de las clases de la materia Escritura que dicta en el Instructorado del Método DeRose (es una carrera de, por lo menos, 4 años de estudio. No es joda, che)

Ella se descalza, ellos la siguen, se sientan en ronda y comienza la clase. El objetivo, enseñar a poner en papel lo que cada uno va aprendiendo del método. Aprender a organizar la información y la forma de transmitírselo a un futuro alumno o simple lector curioso. Anahí considera que un instructor debe desarrollar la capacidad de escribir y de corregir lo que sus alumnos escriban. Yo, por mi parte, creo que esta materia debería estar en toda carrera. Por más título que se tenga, a la hora de bajar el conocimiento y transformarlo en un libro para que otros lo aprendan, se complica mucho, mucho.

Gracias a todos los que estuvieron bancando mi moscardeo en la clase. Me sentí un poco hincha ovarios sacando fotos y haciendo preguntas a Ana mientras ustedes escribían. Sensación mía porque ninguno se molestó. Por lo contrario, me hicieron sentir muy bien. Gracias, de nuevo.

Ah, adelanto: Del 24 al 26 de septiembre se realizará el VII DeRose Festival en Buenos Aires. Miren: http://www.derosefestival.com.ar/

Fotos: DeRose + Anahí + Leonardo Crescenti + Moscardón

http://www.anahiflores.org/
http://www.metododerose.com.ar/
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