Nunca es tarde

Perdón por la ausencia de ayer…. Me faltó el artista de la semana y lo voy a subir mañana. Hoy les quiero compartir otra cosa. La verdad es que volví de viaje más colgada que de costumbre y no es por nada. Hoy 12 de octubre, día de la raza, se celebra la supuesta diversidad, pero también se oculta la otra historia que oh casualidad es la de nuestro pasado al cual asesinaron sin asco. Es un capítulo –porque quedó reducido a eso, a un capítulo- que duele y que me parece importante no olvidar ni maquillar. Todas las comunidades originarias que todavía mantienen vida y tradición SON de nuestro territorio/tierra/Argentina/nación?. Ojo che, que esto no empieza con el cuento de Colón… y ya se sabe, ahora soy yo la que está descubriendo América… pero no está de más recordarlo.

Puede que esté sensible con el tema, y un poco (bastante) se debe a un encuentro ocurrido ayer. Llegando las doce de la noche y saliendo con Juan de un camping de Chapadmalal (Los Horneros, y lo recomiendo) nos pusimos a charlar con José, un mapuche de unos 50 años muy humilde, sabio y generoso en tiempo y conocimiento. Charlamos cerca de una hora paraditos en la puerta y con el auto en marcha. No podíamos irnos de ahí. No queríamos. José, que desde hace 3 años vive con su familia como casero en el Camping, nos compartió diversas formas de pensar y de creer según la Cosmovisión Mapuche. Y todo cierra… La papa está en mirar la naturaleza y recordar que somos parte de ella, que no la poseemos, que no hace falta tampoco porque, posta, estamos de paso. También nos comentó de lo importante que es meditar, que es ni más ni menos que charlar con nosotros mismos. Parar la bocha y mirar alrededor, en definitiva. José se reía cuando nos decía que no somos nada y a la vez somos todo. Y cuántas otras cosas más nos mencionó que todavía no pude procesar. Ojalá les llegue algo de esto, y mucho mejor si les sirve.