Vengo atrasada con las publicaciones y pido disculpas. La semana pasada me pasó por arriba y se me fueron las horas, los días, todo. Pero acá estoy.
Para esta semana decidí publicar un nuevo artista contemporáneo, marplatense por elección, amigo de una amiga de un ex laburo (de, de, de, pará!) que por suerte reencontré hace unas semanitas con cerveza mediante. Normita, sabés que hablo de vos.
Con ella trabajé durante casi tres años en el estudio de comunicación de Marce García. Fue una linda época, de aprendizaje y redefinición de gustos e intereses. Si bien me costó irme de ese trabajo, recuerdo, fue un gran paso para recortar mi búsqueda y decidirme por la escritura y la prensa gráfica (entonces ingresé a la redacción de Perfil). Se nota que estoy un poco autobiográfica… y no me voy a censurar. Será que ando un tanto reflexiva y otro tanto melancólica… pero bien, desde un lindo lugar, desde la emoción que no te tumba, sino que te hace correr una risa por el cuerpo y te lleva la mirada para adentro durante unos segundos.
El artista: Gustavo Barrera Seco.
Nació en el barrio de Barracas, donde estudió pintura en el Taller de Pintura y Escultura del Instituto Sagrado Corazón luego de finalizar el colegio y antes de trasladarse a Mar del plata. En su nuevo destino se dedica a pintar, exponer en muestras colectivas y propias, y dar talleres de pintura durante todo el año, entre otras actividades.
Colores pasteles con toques mágicos, abstracción, simbolismo, mucho de puerto y de impronta marplatense. Así definiría brevemente al estilo de Barrera Seco, este artista que iré a conocer en persona cuando esté por la ciudad de los lobos marinos, para conocer más de su vida, profundizar en sus gustos, técnicas y sus fuentes de inspiración.
1 comentario
gustó mucho!!
"los pasteles con toques mágicos", sobre todo!!
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